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Gran Hermano es un programa que refleja una especie de espejismo, el filmar a personas totalmente desconocidas en cual deben convivir entre si, como si no existiera las cámaras. Es una metáfora en la cual se interpreta una simulación de realidad social, problemas sociales, etc.
Podemos apreciar la teoría de Marc Augé sobre los no-lugares, vemos que los concursantes entran en un no-lugar, que puede ser percibido de cierta manera como un espacio real en el que ellos habitan sin embargo virtual a la vez por el hecho de que están en la red, en los medios, y el mundo lo observa.
La televisión forma un referente de la realidad y lo transmite a la masa, quien por otro lado conforma esa propia realidad. Ese referente se crea con respecto a la interpretación que la televisión hace de la realidad, por lo tano el resultado final que llega al público no es la realidad, ni el referente, ni la interpretación, sino un producto final que escenifica una realidad simulada y reinventada, la no-realidad, y el no-lugar para los concursantes del reality.
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